XELA
El aspecto físico de una parte meriodional del reino Kí-che muchos siglos antes de la vida colonial, era poco más o menos así: existía un gran volcán que se llamaba "Lajuj Noj", porque en su cima había un altar indígena del mismo nombre, como el "Jun Aj Pu" sobre lo que hoy se llama Volcán de Agua en Antigua Guatemala, el "Siete Aves" que está sobre la montaña que erróneamente se llama "Siete Orejas" por un caso de homofonía en Kí-che, el "Chicabal" sobre otra montaña a orillas de una laguna del mismo nombre. "Lajun Noj significa "Diez Ideas" y los altares se llaman "quemaderos", pero para los indígenas eran sagrados. A la izquierda se ve todavía un cerro que se llama "Ba Ul" que significa "Montículo de tuza", metáfora que alude al volcancito que hace el pequeño roedor cuando abre su largo túnel bajo tierra. A la derecha se ven el volcán de "Santa María" y el "Siete Aves"; se observa una laguna y viviendas dispersas. Los lugares que estaban al pie del gran volcán, se llamaban y se llaman "She Lajuj Noj", esto es, "Abajo de las diez ideas"; con el tiempo ya no se mencionó "noj" por sabida, como el caso de La Antigua en la cual raras veces se dice Guatemala. Muchos siglos antes de la venida de los españoles hizo erupción el gran volcán de la cual no tiene noticia la historia; ha de haber sido espantosa, de gran magnitud como la del Krakatoa o del COsigüina por la extensa base que se ve todavía que se llama "Cerro Quemado". Cuando desapareció el cono del gran volcán, los sacerdotes indígenas trasladaron el oratorio "Lajuj Noj" sobre el Santa María, por este motivo sus alrededores se llaman "P Lajuj Noj" que se dice y se escribe mal, así: "Palujonó" que no significa nada. En la "Recordación Florida" está escrito así: "Palahunoh", la "h" como "j". El quemadero era tan santo para ellos, que cuando unos fanáticos subieron al volcán y destruyeron el "Lajuj Noj", al saberlo los idígenas subieron a averiguarlo, pero lamentablemente encontraron a otros, eran unos jóvenes excursionistas, entre ellos uno de apellido Bornholt y los mataron creyendo que ellos eran los autores del hecho, este es el suceso trágico de 1,918; los indígenas pagaron con su vida la muerte de los excursionistas ajenos a la profanación, según creencia indígena, de entonces. Sobre el Cerro Quemado acontecimiento geológico sólo quedan los siguientes vestigios como pruebas científicas, geográficas y objetivas: Hace mucho tiempo entre los indígenas ancianos se oía como tradición el siguiente modismo: "Chi r shwilij le Jyub" = "cuando se desmorronó la montaña", (el volcán), para dar a entender que un suceso es antiquísmo, como si dijésemos en sentido figurado "fue cuando el diluvio". La base del gran cono volcánico todavía arroja vapores calientes en algunas partes, y hay lugares donde los pies no soportan el calor del suelo. Hace más de medio siglo, la base existente presentaba algunas partes negras y estériles por lo que tomó el nombre de "Cerro Quemado". Una parte del material volcánico es La Pedrera y otras pequeñas eminencias más lejos; la huella que dejó la coriente de lava, se ve al oriente de "Las Majadas". La humedad de "La Ciénaga", la poca profundidad del agua en los pozos que se abrían antes en la ciudad de Quetzaltenango, los yacimientos del Chirriez y de la Ciénaga, son señales de una laguna extinta de una extensión poco más o menos a la de Chicabal. Los huesos humanos, piezas arqueológicas encontrados en diferentes excavaciones en una zona tendida hacia el norte. El nombre de She Lajuj que se menciona en los diferentes escritos coloniales con grafía colonial y forma aglutinada de "Xelajuj" y que ha degenerado en "Sheljú", "Xelajú" o simplemente en "Xela". Fuentes y Guzmán, en su "Recordación Florida", menciona la base del volcán desaparecido con el nombre de "Cekxak", también mal escrito pero se deduce que literalmente dice: "tizne negro" o sea "Cerro Quemado".